La transformación de Lindenplatz (Plaza de los Tilos) comienza con la evaluación de los valores existentes. Para ello el primer paso es proteger los grandes Tilos existentes. Ellos serán el marco básico de la nueva estructura arbórea que incorporará nuevos árboles. Al mismo tiempo, se eliminan o compensan los elementos que reducen la calidad espacial de la plaza. Las barreras espaciales, en forma de setos y vallas, se retiran para abrir la plaza. El régimen de tráfico se adaptará y se eliminarán las zonas de aparcamiento colindantes. El quiosco con estación transformadora se mueve hacia la bifurcación y adquiere con su nueva orientación mayor sentido con relación al espacio libre. La superficie de tierra compactada central se convierte en un centro robusto construido con materiales básicos y diseño sencillo, que articula toda la organización de usos a su alrededor.

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El nuevo carácter del lugar se basa en la comprensión del desarrollo histórico. Las calles Baslerstrasse y Lindenstrasse flanquean Lindenplatz por el Sur y el Norte, teniendo Lindenstrasse mucha menor importancia. El centro de la plaza obtiene una posición destacada a través del cambio de material. El centro de la plaza está rodeado por una banda de asfalto que fluye sin problemas en las calles adyacentes. Con la adaptación del nuevo régimen de tráfico, Lindenstrasse y Lindenplatzweg (al Este) formarán parte del espacio peatonal compartido con el trafico rodado de baja velocidad.

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Un objetivo principal conceptual es hacer del centro un espacio libre y polivalente. Este centro libre ofrece el espacio para albergar eventos como mercados, fiestas, cines o conciertos. El único elemento distintivo es la fuente. En la banda que lo rodea se organizan las ofertas de actividades del parque y de juego. El resultado es una capa que actúa como filtro permeable a la circulación y que da soporte al espacio abierto central.